Fundadores

La Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción dio inicio con un profundo carácter de vida conventual y monástica, heredada del espíritu franciscano de los Colegios Apostólicos propaganda Fide y transmitido por nuestro Padre fundador, José del Refugio Morales Córdova.

Nuestras primeras hermanas Sor María de Cristo Crucificado, Sor Juana Méndez de San Felipe Neri y Sor María del Refugio Maldonado de la Preciosa sangre, siguiendo el testimonio y la inspiración apostólica de nuestro Padre fundador, participaron de estos ideales y nos los transmitieron. Ellas, en actitud de permanente conversión a Dios, se dedicaron a restaurar la viña del Señor, destrozada por la persecución religiosa que se vivía en México, sirviendo a los enfermos en los hospitales y en la educación a las niñas pobres.

Fray Refugio Morales Córdova

Nació en Tlalmanalco, Estado de México, el 04 de abril de 1836. Hijo de los señores Don José María Morales y Doña Carmen Córdova. En el bautismo recibe el nombre de Isidoro.

En octubre de 1849, a la edad de 13 años y medio, Isidoro ingresa en calidad de donado en el Colegio Apostólico de Pachuca, Hidalgo, a la Orden de Frailes menores.

A los 15 años de edad fue admitido al noviciado, recibiendo el nombre de José Del Refugio. El 16 de mayo de 1852 finaliza el noviciado y realiza la profesión de votos solemnes a los 16 años de edad. Posteriormente estudió Filosofía y teología.

El 8 de julio de 1860 recibe el sacramento del orden sacerdotal a la edad de 24 años, haciendo los votos de pobreza, castidad, obediencia, clausura y caridad.

Durante su vida se esforzó por ser imagen perfecta de Jesucristo, mismo ideal que inculcó a sus hijas espirituales, las Hijas del Corazón de María.

Finalmente, el 13 de abril de 1894 entregó su alma al Señor.

Sor María de la Luz Vázquez de Cristo Crucificado

Sor María de la Luz Vázquez de Cristo Crucificado (N.M. Doloritas), nació el 17 de noviembre de 1846, en la hacienda de La Luz, jurisdicción de Hueyoltlipan en el estado de Tlaxcala.

A los ocho años quedó huérfana de padre y madre. Las señoritas Guadalupe Matilde Izquierdo, sus madrinas de bautismo y confirmación, la ampararon y educaron cristianamente en su propia casa, en el Distrito Federal.

La señorita Dolores, acostumbraba frecuentar la iglesia de La Encarnación, y sintió gran veneración por el capellán del templo, R. P. Fray José del Refugio Morales Córdoba, cuyas virtudes procuraba imitar; solía confesarse con él y lo tomó como director espiritual.

Fray José del Refugio viendo que su hija espiritual era fiel a la gracia de Dios y muy prudente y discreta, la invitó a formar parte de la asociación de Hijas de María, ya establecida en esa iglesia.

En 1874, Fray José del Refugio decidió poner el santo hábito a 5 señoritas, cambiándoles el nombre seglar por el de religión en señal de su consagración y compromiso, así nuestra Madre Doloritas recibió el nombre de Sor María de la Luz de Cristo Crucificado.

La madre Doloritas, fue una religiosa que llevó una vida edificante practicando todas las virtudes, especialmente la caridad, la humildad, la obediencia, la mortificación, la paciencia y la penitencia. Alma de oración, amante de la Eucaristía y del silencio. Para todos tuvo una palabra de cariño, de mansedumbre y consuelo.

Nuestro Padre Refugito la nombró superiora de la naciente Congregación, cargo que retuvo por su mucha virtud y prudencia hasta el fin de sus días.

El 19 de agosto de 1897 murió rodeada de sus queridas hijas, que inconsolablemente la lloraron y la recordaron siempre como la madre generosa y santa que, bajo la dirección del padre José del Refugio, cooperó, como ninguna otra, a la fundación de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción. Por lo que se le reconoce como la Madre Fundadora.